Un ángel entre nosotros. [Yoru y Miku Hatsune]

Komui escribió:

Copenhague está situado en la costa oriental de la isla de Zealand (Sjælland) y, en parte, en la isla de Amager. Copenhague enfrenta el Øresund al este, el estrecho de agua que separa Suecia de Dinamarca, y que conecta el Mar del Norte con el Mar Báltico.

En la capital de Dinamarca un evento sorprendente tiene lugar, cuando el sol esta por ponerse un joven de cabellos dorados y ojos color plateado rodeado por un tenue halo de luz blanca deambula por la capital danesa. Quienes lo han visto dicen que es una visión majestuosa y a reforzado la fe en los milagros de los ciudadanos. No parece ser nada grave puesto a que en esta ocasión no a habido desapariciones o avistamientos de akumas pero aun así podría tratarse de un trozo de inocencia. No creemos que este "Angel" como lo han llamado los habitantes sea tal cosa, creemos que podría tratarse de algo más.

Suerte exorcistas.

Orden de Posteo:
Shihouin Yoruichi-Shihouin_Yoruichi
Miku Hatsune-Silver_Zaphiro

Kaito escribió:

Komui escribió:

Copenhague está situado en la costa oriental de la isla de Zealand (Sjælland) y, en parte, en la isla de Amager. Copenhague enfrenta el Øresund al este, el estrecho de agua que separa Suecia de Dinamarca, y que conecta el Mar del Norte con el Mar Báltico.

En la capital de Dinamarca un evento sorprendente tiene lugar, cuando el sol esta por ponerse un joven de cabellos dorados y ojos color plateado rodeado por un tenue halo de luz blanca deambula por la capital danesa. Quienes lo han visto dicen que es una visión majestuosa y a reforzado la fe en los milagros de los ciudadanos. No parece ser nada grave puesto a que en esta ocasión no a habido desapariciones o avistamientos de akumas pero aun así podría tratarse de un trozo de inocencia. No creemos que este "Angel" como lo han llamado los habitantes sea tal cosa, creemos que podría tratarse de algo más.

Suerte exorcistas.

Acudía ráuda hacia la Sala de Misiones, donde había sido llamada para una misión, que su primera misión. Se mostraba seria y firme, con un gesto impasible pese a la primera misión que iba a tener, acompañada por otro Exorcista, y a Dinamarca, concretamente a la isla de Zealand.

Suspiró meditativamente. Leyó los detalles estando en pie cuando los tomó en su siniestra. El ser que describía parecía ser fruto de una Inocencia en esa isla, o tal vez un Akuma disfrazado. Ambas conclusiones estaban para barajar. En todas las misiones debía presentarse ese enigma..

Me encontraba en mi habitación taradeando una cancion la cual me había aprendido desde que era pequeña. Realmente no tenía nada interesante que hacer ya que ya me había duchado y ya tenía puesto mi uniforme de exorcista porque de alguna manera me hacía ver “cute” pero no sabía para que era en si. No pasó muecho tiempo en que alguien tocara la puerta de mi habitación -Adelante- al abrirse la puerta a su totalidad pude ver de reojo que era un cientifico de con una carpeta en sus manos -Hat-hatsune-san ti-tiene mision- yo salté de mi cama y me acerqué corriendo tomandole mi mano para moverla de arriba abajo por tanta emoción que tenía.

Finalmente salí de mi habitación tomando la carpeta para dirijirme a la salida de la rama asiatica y partir a mi destino. Llegué finalmente a la estación de trenes donde debía encontrarme con mi compañera pero a mi punto de vista no había llegado aun por lo que decidi esperar. Miraba el reloj y me caminaba por varios lugares hasta que me aburrí y comencé a cantar cerrando los ojos para pasar el tiempo mas rapido.

Se dio prisa entonces por no llegar tarde a la estación de trenes de la ciudad de destino, así que tomó un Ferry en el pueblo y después un tren que la llevaría a la estación de tren de destino. Aunque, llegaría por la tarde temprano.

Como siempre iba acompañada de su inseparable kodachi y su uniforme de Exorcista personalizado. En la estación divisó a lo lejos a quien sería su compañera, pero no le importó, así que siguió su camino hasta adentrarse en la ciudad. Al parecer, el Buscador estaba ahí, esperando a las dos Exorcistas. Ignoró la presencia de éste aunque se detuvo, a la espera de su compañera y el Buscador; esperaba de ellos que mostrasen su valía.

Su cabello así como su traje que llevaba se mecían con el poco viento, y la kodachi envainada tintineaba con éste y los firmes pasos de la mujer, cuyos ojos azabache miraban suspicazmente y con seriedad el ambiente.

"Quienes lo han visto dicen que es una visión majestuosa y ha reforzado la fe en los milagros de los ciudadanos. No parece ser nada grave puesto a que en esta ocasión no a habido desapariciones o avistamientos de akumas pero aun así podría tratarse de un trozo de inocencia. No creemos que este "Ángel" como lo han llamado los habitantes sea tal cosa, creemos que podría tratarse de algo más."- recordó la joven de los detalles de la misión impresas en aquellos papeles. "Así que. una Inocencia que causa una especie de Ángel... que además hace desaparecer a la gente que sigue su rrastro "- La chica parecía meditativa con los datos, de modo que se puso una mano en el mentón.

Termine la cancion y mi compañera ya se encontraba ahí cosa que me hizo apenarme un poco puesto que me había concentrado demasiado en mi melodia que no sentí que había llegado. Me acerqué a ella pero parecía un tanto meditativa y lo unico que decidi fue alejarme lentamente caminando hacia atrás pero mis pasos fueron detenidos por una persona, yo me di la vuelta rapidamente haciendo una reverencia avergonzada -Perdone, Perdone, Perdone- pedía muchas veces disculpas ya que por mi culpa y por no haberme dado cuanta a donde iba había topado con el -No se preocupa exorcista-sama estoy bien- alze mi cabeza y al ver que era un rastreador le sonreía con calidez.

El rastreador me pregunto la ubicación de mi compañera y yo la señale dismuladamente -Ya veo..dejemos que medite por un tiempo, venga vamos a platicas un poco- yo afirme con la cabeza tomando mi maleta y acercandome a el para empezar a caminar por la estacion de trenes con el. Platicamos sobre la rama asiatica y sobre como había llegado a la orden para finalmente terminar hablando sobre la comida que preparaban -Que piensa de la mision- pregunto mientras se acomodaba su maquinaria mejor en su espalda y yo lo miraba fijamente -Realmente pienso que es obra de la inocencia pero es mejor ir a investigar no?- el rastreador sonrio y afirmo con la cabeza.

Regresamos de nuevo y el tren ya estaba en la estacion y lo unico que hice fue soltar un suspiro y volver a sonreir animadamente -Vamos!! Ya llego el tren- le grite a mi compañera mientras tomaba mi maleta y el brazo del rastreador y me adentraba al tren para tomar asiento rapidamente, por obvisa razones el asiento que daba a la ventana.

[Off Rol: Zaphi-chan mi personaje ya está en la ciudad de destino, disculpa. Sólo quería hacerte saberlo ^^]

Cuando se adentró en la misma ciudad, un Buscador la siguió, aunque la joven ignoraba por completo su presencia.

BUSCADOR:- Shihouin-sama- la llamó, lo que ella le miró de refilón mientras recopilaba los datos más importantes, sin gira rsiquiera la cabeza, sólo los azabaches y fríos iris de aires intimidantes, cosa que el Buscador retrocedió unos pasos ante aquella mirada pero después se repuso un poco.- ¿No piensa que deberíamos esperar a Hatsune-sama?- Ante aquella pregunta, la chica respondió instante.

SHIHOUIN YORUICHI:- Si ella se atrasa, no es mi problema- le espetó de maneras frías, algo altaneras y serias- 'Veamos... Una figura humanóide rodeada por un tenue halo de luz blanca deambulando por Copenhague... Quienes lo han visto dicen que es una visión majestuosa y ha reforzado la fé en los milagros de los ciudadanos. En esta ocasión no ha habido desapariciones o avistamientos de akumas pero aun así podría tratarse de un trozo de inocencia.'- recordó ella pensativamente, y decidió:- Espera aquí. Empezaré a investigar.- las órdenes que mandaba eran eficaces y claras, que el Buscador se quedó en donde se había quedado mientras veía a la Exorcosta alejarse.

Todavía la chica portaba un golem de la Orden en un bolsillo para comunicarse con quien necesitara, cuando escuchó a un par de hombres peleándose por descubrir de qué se trataba aquella figura que les había impactado tanto, pero tal discusión no era de su incumbencia, lo que siguió su camino, investigando. Preguntó parcamente a algunas personas.

"Claro, joven. Hace un par de semanas que ocurre. Pensamos que es un ángel que se materializó y aumentó nuestra fé. Por ello hay muchos que tenemos pensado seguirle. La mayoría de ciudadanos, desde que inició el suceso, le ha seguido y casi nadie ha desaparecido."- aquélla y algunas otras eran las declaraciones de los ciudadanos a quienes preguntaba, usando habituales fórmulas de cortesía, sólo por el bien de la misión.

Me encontraba en la ciudad del destino y lo que hice fue mostrar mi cara de asombro, realmente me encantaba la nueva ciudad era algo maravilloso para mis ojos nunca antes había visto algo asi puesto que nunca había viajado a otros lugares -Waa!! Es tan lindo!- exclamé mientras daba vueltas con mi maleta en mis manos colocada frente a mi, realmente me encantaba. Después de dar los giros me frené y dirigí mi mirada hacia frente y observé a un buscador -Hola rastreador-sama!- el rastreador se giró y me saludo con la mano mientras me sonreia, corrí rapidamente hacia el para posteriormente hacer una reverencia -Yoruichi-sama se fue del lugar- me quedé algo pensativa por recordar quien era Yoruichi hasta que finalmente recorde que era mi compañera de misión.

Yo afirmé con la cabeza y el rastreador respondio a mi reverencia, yo solté un suspiro y me di la vuelta para dirijirme a la puerta de salida y ser seguida por el rastreador. Al salir de la estación empezamos a caminar por las ciudades y mis ojos se detenían en cada esquina que parabamos -Exorcista-sama?- -Perdon me quedé viendo una cosa. Ahora que lo pienso Yoruichi no la he visto, me pregunto como sera- en mi mente solamente me imaginaba un mounstruo con cuernos y una tridente rojo puesto que por lo que me habían contado el rastreador era lo unico que se me venía a la mente y lo unico que hice fue temblar un poco por la imagen que me imaginaba.

Seguimos caminando por las calles hasta que finalmente llegamos a una posada de aspecto rustico -Aquí descansaremos, se hace tarde- yo afirme con mi cabeza y abriendo la puerta de golpe me adentré con una gran sonrisa meciendo mis dos coletas de cabello verdiazul -Hola! Dos habitaciones porfavor- dije sonriendo dulcemente mientras ladeaba la cabeza con los ojos cerrados -Claro que si, aquí tiene dos habitaciones- yo hice una reverencia y me dirji al rastreador, le entregue la llave de la habitacion con una cama y yo me quede con la habitacion de dos camas por si Yoruichi llegaba.

Rapidamente subimos las escaleras y el rastreador se adentró a su habitacion y yo hice lo mismo dejando mi maleta a un lado de mi cama y me recargue en el marco de la ventana mirando el cielo, entrecerre mis ojos y empecé a entonar una canción que cantaba todas los días que miraba el cielo.

Cayó la noche. Había llegado a aquella posada por casualidad tras haber terminado su primera investigación, de la que había conseguido recoplilar poca información mas bien poco eficaz.

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"Pasó hace así como un par de semanas"

"Incluso dicen algunos que no saben lo que hace cuando pasa por nuestras calles"

"Parece que quienes lo siguen, no desaparecen, sino que se quedan como hipnotizados"

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Aquéllas eran otras de las declaraciones que había escuchado de los ciudadanos. De modo que se quedaban coom hipnotizados al ir con ese espectro en forma de Ángel y que de alguna firma aumentaba la fé. Quizás por ello aquéllo ocurría.

SHIHOUIN YORUICHI:- Una habitación, por favor.- pidió a la posadera encargada,. la cual le dejó unas llaves, quizás próximas a las habitaciones del Buscador y de su compañera de misión.

Subió por las escaleras sin hacer apenas ruído debido a las zapatillas tradicionales chinas que llevaba como calzado, tras lo que abrió la puerta de su habitación, que se situaba al lado de dla alcoba de su compañera. Su cabellera azabache así com su traje, se mecían al compás de sus determinados y firmes pasos.

Cerró la puerta suave. Se dejó asentar sobre una de las camas, de brazos cruzados, tras encender la vela que estaba en la mesita de noche con una cerilla, y dejó la maleta que traía a un lado, para aquellos pocos días que estarían en la ciudad; el objeto era de color negro, y con letras pulcras y estilizadas, en kanji estaba escrito el nombre de su propietaria, en letras violetas y plateadas: 四楓院 夜一, Shihōin Yoruichi. La habitación estaba a semioscuras, lo aque a ella no le molestaba en absoluto, meditando mientras pasaba la noche en aquellos asuntos que le incumbían par la misión.

SHIHOUIN YORUICHI:- Quizás la habilidad de hipnotizar será la habilidad de ese Akuma o de esa Inocencia.. Lo tendremos que comprobar. - se dijo para sí la pelimorena, aunque quizás durante la noche pensaba investigar más, sin importar lo que pasara.

(off: lamento la demora pero internet me fallaba ^^')

Al terminar de entonar la canción abrí mis ojos lentamente para darme cuenta que la noche ya había caído dando lugar a la hermosa perla del cielo con los pequeños diamantes llamadas estrellas -Wow…Que linda noche- dije mientras colocaba mis codos en el marco de la ventana y acomodar mi cabeza en mis manos mirando la noche.

La noche era realmente obscura y lo unico que iluminaba era la enorme Luna y las pequeñas e infinitas estrellas, por alguna causa me hacía sentir calmada, relajada pero al mismo tiempo nostalgica y melacolica, me hacía recordar el momento en mis padres, familiares, amigos y conocidos fueron asesinados por un akuma el mismo día de mi cumpleaños numero 16. Seguía observando la noche cuando de repente escuché que alguien abría la puerta de la habitación situada a lado de la mía, rapidamente asomé mi cabeza hacia fuera y efectivamente, alguien había llegado.

-¿Quién es?- dije para mi misma mientras me estiraba lo mas que podía para ver quien había llegado. Finalmente me di por vencida y dando un resoplido me metí de nuevo a mi habitación sentandome en mi cama con las piernas cruzadas al igual que lo brazos -Ya se! Iré a recepción a preguntar quien llegó- decidí finalmente levantandome de mi cama y abriendo la puerta me salí de mi habitación con la esperanza de saber quien era la persona que había llegado y darle la bienvenida.

Bajé las escaleras de la posada y todo se encontraba solo la unica persona que se encontraba en el lugar era la joven que me había entregado las llaves de las habitaciones -Disculpe ¿Sabe quien es la persona que llegó a la habitacion situada a lado mío?- la joven se me quedó viendo tratando de recordar fijando un punto, yo solamente mire a la derecha un tanto nerviosa -Oh si, es una joven con un traje muy extraño a decir verdad- rapidamente deducí que se trataba de mi compañera, hice una reverencia de agradecimiento y volví a subir rapidamente las escaleras, en puntas para no hacer tanto ruido y despertar a los demás que se encontraban dormitando el lugar.

Al estar frente a mi puerta de habitación tomé la perillas y después miré a un lado observando la puerta donde se encontraba mi compañera -La saludaré o….no mejor la dejó descansar- y abrí la puerta para adentrarme a mi respectiva habitación. Me sentía algo cansada asi que me solté mis dos coletas del cabello dejando suelto mi cabello verdiazul, me quite mi traje de exorcsita para ponerme otra mas ligera para dormir y sin pensarlo dos veces me metí a mi cama pero no duré mucho puesto que alguien tocaba mi puerta -Exorcista-sama descanse bien para mañana iniciar con la investigación- -Gracias igualmente rastreador-san- vi por debajo de la puerta la silueta del rastreador que se alejaba de mi puerta por lo que cerré mis ojos nuevamente entregandome a los brazos de Morfeo.

Por así decirlo, pasó toda la noche en vela, ya que no podía dormir por asuntos personales y los que le incumbían por aquella misión. De la habitación de a .llado solo escuchó leves murmullos que nisquiera eran asunto suyo.

Iba a salir, sin decir nada a nadie. Un ténue brillo azulverdoso se veía en medio de la plaza, y seguido por un par de pueblerinos de allí. Esa cosa tenía la forme de un ángel, pero debía de haber algo más, así que se levantó, dejando la maleta negra a buen recáudo, bien guardada en el armario.

Salió cerrando la puerta suavemente. Eran aproximadamente las doce de la medianoche. Quizás sus años de estar en las fuerzas encuiertas servirían de algo aquella noche, por lo que bajó en silencio con la excusa de que iba a tomar un poco el aire.

Cuando salió de la posada, sólo se escuchaba el murmullo del viento fresco de la noche así como una especie de señal de faro que emanaba desde la especie de ángel. Se escondió donde nadie pudiera verla, con un sigilo digno de la capitana de las fuerzas encubiertas. Fue aprisa siguiendo al espectro, en silencio y con bastante sigilo y distancia para que éste no pudiera saber de la ubicación de la chica.

-Hija…¿Quieres que juguemos?-
-Si mamá! Vamos a jugar-
-¿Quieres un helado?-
-Si!!...Esperen, ¿adonde van? No me dejen!! Esperen por mi porfavor!!-

Daba vueltas en la cama, de mi frente caían gotas de sudor y mi cuerpo estaba totalmente destapado puesto que la sabana se encontraba tirada en el suelo. -NO!- me desperté de golpe alzando la mano hacia delante mientras que respiraba irregularmente por mi boca, bajé la mano lentamente mirando a mi alrededor finalmente logré calmarme y pasé mi mano por mi frente limpiándome el sudor para tirarme en la cama con la mano en la frente.

Miré el reloj y faltaban 10 min para la medianoche y yo simplemente solté un suspiro levantandome de la cama para dirijirme a la ventana y recargarme en ella mirando la luna, en mis ojo se reflejaba la Luna y después de un momento empezaron a brotar lagrimas, odiaba el tener esos sueños en los que recordaba a mis seres queridos que fueron perdidos el día en que había descubierto mi inocencia . Pasaron los minutos y yo aun no podía reconciliar el sueño pero realmente eso no me importaba puesto que de seguro tendría el mismo sueño o mas bien la misma pesadilla.

Aun habían lagrimas recorriendo mi rostro pero en un viento fuerte mi cabello se levanto y mis lagrimas se fueron con las palabras del aire -Supongo que no debo llorar…- cerré mis ojos y tallandomelos con mis manos esloze una sonrisa cuando de repente vi que la ventana de la habitacion de mi compañera se encontraba abierta, por mi naturalidad fui a ver y empecé a tocar su puerta. Seguí tocando pero nadie abría y lo unico que hice fue agachar mi cabeza apoyando mis manos en la puerta -Me volvio a dejar. . .U- me volví a meter a mi habitación y en menos de 2 minutos ya me encontraba vestida con mi traje de exorcista, mi cabello recogido y mi inocencia preparada. Bajé las escaleras rapidamente y por esa causa en el ultimo escalón me caí de sentón, la misma joven de anets se acercó rapidamente conmigo y me ayudo a levantarme, ella me dijo sobre mi compañera y yo salí da la posada no sin antes decir gracias.

Cuando salí de la posada mucha gente se encontraba afuera murmurando cosas acerca de un ser que se había aparecido, yo en un instante pude saber que se trataba por la causa a la que había venido con mi compañera a la cual todavía no le veía la cara. Empecé a preguntar la localización de esta aparición y seguía las indicaciones que me daban. Despues de seguir el camino dicho por los pobladores pude ver a los lejos a la aparicion emanando un brillo realmente intenso y si…realmente tenía apariencia de angel no había ninguna duda de esto pero algo no cuadraba -Según el informe esta visión debe verse antes de ponerse el sol y…- miré al cielo y lo empecé a recorrer con mis ojos lentamente -el sol no ha mostrado ni siquiera uno de sus rizos dorados y falta mucho para eso por lo que el es…un impostor-

Empecé a encaminarme lentamente hacia mi objetivo con una cara realmente seria, el viento mecía mi cabello y mi uniforme de exorcista, realmente ese impostor realmente era muy ingenuo y tonto puesto a que ni siquiera sabía la hora exacta en la que se aparece el ser “Milagroso” era realmente obvio para un exorcista esos pequeños detalles.

Estaba claro que era una falsedad, pues según los informes el espectro no salía hasta más tarde. Por si acaso lo siguió sigilosamente, sintiendo la presencia de su compañera, aunque ese detalle no le importó un pimiento.

De todas formas, siguió su camino, siguiendo a aquel impostor. Sltó hacia uno de los tejados de la ciudad, observando que el impostor se había detenido en otra plaza, callado. Emitía esa especie de sonido.

La chica sonrió levemente, irónica y con suficiencia, lo que, inesperadamente saltó de techo en techo para conseguir acorralar al impostor. Sltó desde otro tejado callendo delante de la figura, en pie. Silencio. Sólo se escuchaba el murmullo de la brisa, que mecía suavemente los cabellos y el uniforme de ella.

SHIHOUIN YORUICHI:- Se acabó tu trayecto.- masculló la chica con la intención de hacer retroceder al enemigo, como siempre hacía.- No tienes escapatoria.- El impostor parecía debatirse entre entregarse o huir por otro lado. Estaba claro que éste no era el "ángel" que buscaban.

Hacía algo de frío pero aun asi debía continuar mi camino para acercarme al impostor que se hacía pasar por el objetivo por el cual veniamos, realmente no me interesaba si era un akuma o una persona pero lo unico que quería era regresar a la posada y dormir un rato.

EL viento soplaba y mi cuerpo no dejaba de temblar, alze mi mirada hacia arriba y observé un cuerpo que saltó de un techo a otro -¿Qué cosa era esa?- me quedé algo sorprendida puesto que no había visto un bulto realmente grande saltando, creí que era un gato pero obviamente no lo era por lo que por mi curiosidad aumente mi velocidad para alcanzar el objeto o la persona que había visto.

No llegué muy lejos ya que observé como mi compañera estaba delante del impostor -Ella es mi compañera…creo que le falta algo de alegria a su rostro- pensé para mi ya que mi personalidad era algo juzgona con las personas. Observé como el impostor se hacia para atrás por lo que rapidamente se podía deducir que no era un akuma, ya que si fuese un akuma no estuviera retrocediendo y la hubiera atacado en un dos por tres -Vaya…al fin te dejas ver Yoru-chama aunque creo que no analizas muy bien las cosas o si?- me acerqué por la espalda del impostor y rodeando mi brazo por su cuello recosté mi cabeza en el hombro de el, alzé mi mano a la capa que cubría su cabeza y era un joven de 17 años con cabellos verdes oscuros, ojos miel y una piel realmente blanca -Por-por favor no me hagan da-daño!- me quedé realmente impresionada por que realmente parecía estar arrepentido.

Solté un suspiro y colocandole la capa alrededor de su cuerpo me di la vuelta para quedar frente a el y sonreirle dulcemente -No te preocupes, no te haremos nada pero es algo tarde; ¿Por qué no vienes con nosotras?- el joven afirmo con la cabeza y empezó a caminar hacia atrás de manera lenta yo giré mi cabeza hacia mi compañera y mirandola a los ojos con la intención de que pensara mas en lo que hacía -Piensa mas y analiza mas lo que haces, pudiste haber asesinado a un civil- giré mi cabeza nuevamente y caminando hacia el joven le tomé los hombros para ayudarlo a caminar y llevarlo a la posada para poder preguntarle el porque lo hizo.

-Piensa más y analiza más lo que haces, pudiste haber asesinado a un civil- giré mi cabeza nuevamente y caminandohacia el joven le tomé los hombros para ayudarlo a caminar y llevarlo a la posada para poder preguntarle el porque lo hizo.

Realmente salía para comprobar si era el "ángel" de lo que hablaba la misión o un impostor y porqué lo había hecho si bien era el segundo caso.

SHIHOUIN YORUICHI:- Che- musitó seria e indiferente, con voz eficiente, seria y severa. El chico la miró temeroso por sus aires altaneros- ¿Por qué lo hiciste?- El chico no supo contestar a esa pregunta de la joven Exorcistas.

CHICO:- Quería ver desde.. la perspectiva subjetiva de ese ángel, ya que es magnífico, parece que tiene algún poder para atraernos a los pueblerinos.- Fue la única respuesta del chico, algo temeroso por la presencia de la altanera figura de Shihouin Yoruichi, lo que le causaba cierta incomodidad.

El resto del camino estuvo silenciosa. Así que esa juzgona chica era su compañera. Hizo caso omiso a los comentarios hechos por ésta, y se fue con el impostor y su compañera hacia la posada, donde reingresó silenciosamente en su habitación, pese a que no dormiría.

Entró en su habitación cerrando después suavemente.

(gomene la demora pero…mi computador no funciona bien y utilizo la lap de mi padre ^^’)

Vi como mi compañera entró a su habitación y cerraba la puerta de manera suave y silenciosa, sabía que no haría caso a mis comentarios hechos acerca de su forma de hacer las cosas en las misiones aunque para ser novatas las dos ella parecía tener algo de “experiencia” en esto pero esa experiencia no era de mi agrado -Vaya..al parecer andaba de mal humor- mencione mientras tocaba la puerta del rastreador que de seguro se encontraba en su 10° sueño.

El joven seguía temblando por lo que mi compañera le había preguntado anteriormente. Coloqué una de mis manos encima de uno de sus hombros tratando de tranquilizarlo y este colocó una de sus manos encima de la mía, en ese momento el rastreador abrió la puerta rascandose un ojo -Hatsune-sama..¿Sucede algo?- -Miku…y me preguntaba si podriamos cambiar de habitación porque..se suponía que Yoruichi y yo ibamos a dormir en una misma habitación pero…ya ves- el rastreador soltó una leve risita para que no se escuchará del otro lado.

Hicimos el intercambio de habitaciones y mientras le ayudaba a el a acomodar sus cosas le expliqué la situación con el chico que habiamos encontrado tratando de hacerse ver como el “majestuoso” angel. -Puedes decirme con mas calma que sucedió?- le pregunte mientras estábamos sentados en la habitación grande (la que era mía) y el rastreador si que se diera cuenta el joven empezó a grabar todo lo que sucedía -Co-como le dije a la otra….traté de ver la razón por lo que nos atraía pero al parecer no funcionaba ademas…- tragó un poco de saliva mientras cerraba los ojos y apretaba los puños -Queria que todos los del pueblo me dieran oro por hacer milagros aunque no los haga en realidad-

Y asi estuvimos por varias horas haciendole preguntas y nos daba su respuesta, no sabía si decía la verdad y si la hacía pues…ya sabriamos que hacer. Miré el reloj y faltaba una hora para el amanecer por lo que me levanté estirandome y soltnaod un bostezo -Bien…debemos prepararnos. Alex tu quedate aquí con el rastreador- se llamaba Alexander el joven impostor y el soltó un suspiro de alivio; yo tomé mis cosas y salí de mi habitación para ir al lugar donde ocurría el fenomeno y ver desde el inicio hasta el final.

La hora punta. Yoruichi había salido sigilosamente, ya que el ser real estaba apunto de aparecer. Salió de la posada sin que nadie supiese nada, viendo en la lejanñia un entre brillante, más alta y menos materializada que el propio chico impostor.

Los habitantes salían de sus casas, maravillados todavía por la figura. Yoruichi le seguía a lo lejos, parecía que marchaba hacia las afueras de la ciudad, concretamente hacia unas montañas danesas. Yoruichi se dedió a seguirle, a sabiendas de que sentía a una decena de Akumas de nivel uno siguiendo el rastro del ente ángel.

-Genial…al fin apareces- mencione mientras terminaba de tomarme la bebida que me habia comprado mientras esperaba la visión del fenomeno del angel, me acerqué a un cesto de basura y tire el vaso de mi jugo y soltando un bostezo me di la media vuelta siguiendo al “angel” manteniendo una distancia considerable, ni tan lejos ni tan cerca. Mientras lo seguía mi inocencia, osese mi microfono, empezó a brillar de repente pero no tan intenso cuando se activa pero si un poco, no sabía el porque por lo que rapidamente mire a mis alrededores pero no había nada fuera de lo común -No..no pueden ser akumas, según el informe no hay apariciones de akumas no algun otro fenomeno que no sea el “angel” asi que esto debe ser obra…de el-

No me detuve en seguirlo y mientras mas caminaba a donde se dirijía el mi inocencia empezo a brillar un poco mas intenso que el brillo anterior, en ese momento el ente giró su cabeza y me miró para posteriormente mostrar una sonrisa y adentrarse a un lugar abandonado, parecía como una mansión. Los arboles estaban secos y tenian un color negro, el suelo no estaba nutrido y la mansión estaba casi destruida -Supongo que…tengo que entrar- tome aire y me adentré a la mansion.

El viento hacía susurrar los árboles y arbustos de enderredor, y muchas de las plantaciones no resentaban animación ni vida alguna. Estaban marchitos, com el abono del suelo, que parecía pedregoso..

Divisó una enorme mansión a las afueras, quizás abandonada, y en cuya entrada se perdían dos siluetas, siendo la del propio ángel como la de su compañera de misión. No dudó en seguirles y pisarle los talones.

Cuando llegó a nivel de su compañera, en la entrada de la misma abandonada mansión, y el ente desapareció, no se dignó a preguntar. Sólo entró, con permiso. La puerta chirrió al ser abierta.

Eran unos interiores bastante tétricos: unas escaleras a la derecha medio destrozadas, paredes que se caían, una araña colgante medio al caerse al piso. El suelo y la luz a medio dar gracias al tintado cielo casi obscuro, los últimos rayos solares del ocaso recaían alumbrando un poco sobre la mansión abandonada, entre la luz y las sombras. El suelo reconaba con los pasos de las jóvenes, y daba la sensación de que las estaban observando, y por ello Yoruichi Shihouin no bajaba la guardia, mas hacerlo sería como caer frustradamente en un pozo in fondo.

La puerta se cerró tras un soplido de aire seminocturno. Fuera, parecía que los Akuma se acercaban a la mansión abandonada. Las destrozadas paredes arecían estar teñidas de anaranjado o violáceo, debido a lo rayos solares presentes, de forma que se odía ver todavía.

De alguna forma la joven lo sabía, que el Conde había enviado a un séquito de Akumas para impedir que las Exorcistas allí presentes lograsen su objetivo para con la Orden Oscura.

Sin mediar palabra, ella se marchó por la derecha, donde asimismo había un largo pasillo, para empezar a investigar y encontrar a ese susodicho "ángel".

(gomene la demora pero he estado en examenes finales y proyectos. . .)

Miré a mi compañera y sabía que no me iba a dirigir la palabra por lo que decidí ir por mi propia cuenta a uno de los pasillos de esa mansión abandonada. La estructura estaba realmente dañada, las paredes con falta de pintura, el techo tenía sus telarañas y los rayos dorados del sol no lograban alumbrar el lugar. Subí las escaleras y estas rechinaban horriblemente y por obvias razones las subí rápidamente -Odio este lugar!- grité no muy fuerte pero si para demostrar que estaba fastidiada por tanto ruido desconocido y por tantas cosas desconocidas para mi.

Seguí caminando pero ya estando en la planta alta y empecé a observar todo lo de alrededor, pinturas desgarradas, adornos con flores marchitas y sin olvidar la inmensa obscuridad que trataba de abrazarme y llevarme con ella -Siento una extraña sensación…- susurré levemente al momento que una brisa fría soplaba por el pasillo elegido por mi, cerré mis ojos y tomando aire traté de tranquilizarme y segui caminando por el pasillo para llegar a la puerta al final del camino.

Se internó en el ancho y largo pasillo. Los silenciosos pasos apenas resonaban por el largo pasillo por donde pisaba debido a las zapatillas tradicionales chinas que ortaba con el uniforme, mas la desgastada madera resonaba un poco.

Estaba en alerta por donde pasaba, mientras examinaba cada habitación por la que pasaba, que, por algo extraño, por aca habitación nacía una especie de tétrico salón u otro pasillo destrozado, incluso sabía que los Akumas atacarían de un momento a otro. Ecxaminaba las paredes, dedicando más tiempo en las puertas desválidas de las habitaciones allí presentes. Susurraba algunas cosas en jaonés, por si había rastro de energía en alguna habitación. Así fue como le enseñaron a reconocer los materiales y demás, con los ojos cerrados y mediante el tacto y un bien agudizado oído.

Un disaro seguido de una explosión se escucharon cerca de donde ella estaba, seguramente un ridículo Akuma de nivel uno, que destrozó parte del alargado pasillo con desválidas habitaciones de la vieja y abandonada mansión. Una figura ovalada, llena de cañones y con ojos que emanaban miedo y terror, que hacían ver al Conde mismo si se fijaba en ellos.

Yoruichi se detuvo en sus labores de investigación, mirando con frialdad a aquel Akuma que había interrumpido destrozando el pasillo sin remordimiento alguno. El Akuma viró su horrible aspecto y cañones hacia la Exorcista, la cual no estaba allí donde antes. Había acudido con una agilidad pasmosa y le asestó un sablazo sin siquiera liberar la Inocencia de su kodachi, demoliendo a su enemigo en un instante. Suponía que sus amigos Akuma no tardarían en aparecer al notar a una o dos Exorcistas allí. Con la kodachi antiakuma en la diestra y salpicada de sangre de Akuma, la sacudio salpicando el piso de oscura sangre.

SHIHOUIN YORUICHI:- "Parece que cada habitación es diferente. Parece llegar a distintos lugares de la mansión.. Una especie de laberinto.. Ya veo.."- dedujo ella pensativa y agudamente, dando a entender que esa mansión hasta era extraña.

(mm..yoru recueda que no puedes destruir a un akuma con un arma normal por lo que afuerzas debes activar tu inocencia. Recuerda te bakara puntos n.nUu)

Al escuchar una gran explosion proveniente del otro lado la mansion me alerté puesto que podía haber sido mi compañera atacando algun enemigo, pudo haber sido el "angel o que la mansion se estaba derrumanbando por la estructura dañada como había visto en la planta baja -Yoruichi..!- susurré con un tono un tanto de preocupacion y corrí de regreso por el pasillo olvidando lo que sentía en ese instante y la sensacion que recorría mi cuerpo.

Al pasar por una ventana observé de reojo y vi que no muy lejos se observaban siluetas de formas ovaladas y facilemente se veía que estas siluetas tenían una caracteristicas de tener unos picos que sobresalian de su cuerpo. Me alerté mas de lo que estaba y corrí mas rapidamente al lugar donde provenía la explosión. Al llegar no vi nada ni nadie pero si vi una gran mancha de sangre negra en el suelo -Pero...no sentí una activacion de inocencia...- empecé a deducir que cosa había sucedido en ese lugar cuando de repente escuché una risa de un joven, no era una risa burlona o malvada si no una risa de diversión y alegría, giré mi cabeza y vi una especie de luz realmente blanca que salía de una habitación.

Analize la situación ya que no sabía si quedarme para buscar a mi compañera o seguir aquella luz tan misteriosa, finalmente lo logre y decidí seguir aquella luz puesto mi curiosidad era mas fuerte que cualquier cosa y mi compañera estaría mejor si yo no estropeara sus planes sobre como atacar a sus enemigos -Luz extraña! ire por ti!- y corrí abriendo la puerta para adentrarme pero cuando entre sentí que el piso se desvanecía y empezaba a caer al vacio de repente todo se detuvo como si la gravedad ya no existiera y varias cosas como mesas, adornos, pedazos de piso etc flotaban alrededor me encontraba en...-Otra dimension..-

Te plo expliqué por un mensaje privado, para cuando puedas leerlo)

Lo suponía de un moeto a otro, cuando comenzaba a investigar una habitación, que parecía llevar a una dimensión diferente. Unos dos Akuma se habían aparecido tras ella, iluminando sus cañones y listos para disparar, lo que hicieron, peor Yoruichi había esquivado salndo un salto al techo, que se desquebrajó un poco y se osó tras los Akuma, sosteniendo su kodachi antiakuma de forma inversa, como si tratase de una daga o un puñal.

SHIHOUIN YORUICHI:- Jinteki Shakusetsu (尽敵螫殺, Pica/Aguijonea a los enemigos hasta la muerte) Suzumebachi- Yoruichi activó su Inocencia, y mientras pronuncia ésto a la par que el arma empieza a emitir un suave zumbido, adquiriendo desués la forma de un pequeño aguijón dorado que cubre el dedo corazón de la mujer, así como un brazalete del mismo color que se ajusta a la muñeca de su usuaria, y se une al aguijón con una delgada cadena. Decorado con motivos horizontales dorados y negros, el priner nivel se ajusta perfectamente al nombre de la espada. Suzumebachi era idónea para el estilo de lucha especializado en las distancias cortas de Yoruichi, mostrando además unos poderes que convierten a la joven Exorcista en una peligrosa enemiga.

Yoruichi, antes de que los Akuma le volviesen a atacar, se lanzó hacia ellos con agilidad. Al perforar Suzumbeachi a un enemigo no suele dejar una herida muy profunda, pero marca la zona de ataque con un sello negro con forma de mariposa denominado Hōmonka (蜂紋華, Emblema de la Abeja). Si Suzumebachi vuelve a impactar en el mismo lugar marcado por el centro del Hōmonka, el adversario quedará en un estado cercano al coma, debido al veneno de Suzumebachi, aunque para los Akuma de nivel uno los mata al instante. Aunque antiguamente la duración de los Hōmonka no solía superar la hora y media, en la actualidad sólo podrán ser retirados por expreso deseo de Yoruichi. Además, esta terrible habilidad no sólo se produce al golpear al enemigo en el mismo punto dos veces, sino que es efectiva en toda la superficie corporal que haya entrado en contacto con Suzumebachi, por profunda que haya podido ser la herida.

Aterrizó lejos de ellos tras atacar, pues a cada uno de los Akuma se les apareció un sello Houmonka en cada uno de sus cuerpos, los cuales explotaron meciendo mientras los cabellos y el traje de la chica, haciendo caer la zona de atrás, aunque el tema de regresar a la chica no le importaba tanto como el de tratar de encontrar la Inocencia.

El escenario cambio. Se hallaba, evidentemente, en una zona o dimensión distinta. Se hallaba en una enorme sala a semioscuras, con unas mesas largas y una araña colgando del techo, además de unas escaleras pequeñas y medio destrozadas a cuyas espaldas se hallaba una especie de telón.

Suponía que toda la mansión era un sinfin de dimensiones desconocidas, y a lo lejano, se hallaba un diminitu brillo verde pálido, lo que suponía que era el susodicho "ángel" o el mismo causante de aquellos efectos de la Inocencia.. así que tuvo que andarse con mucha cautela, analizando los materiales y las paredes mismas, repitiendo el procedimiento de unos instantes antes. Se posó pensativamente mientras analizaba el recorrido. Al inicio, pues, parecía una mansión abandonara y tétrica, pero por dentro era sumamete distinta..