TURN BACK THE PENDULUM
HISTORIA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS
Personajes que intervienen: Kanda Yuu, Shihouin Yoruichi y Alma.
Fiction basado en el manga 191 de DGM
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CAPÍTULO 1Amanecía otro día mas. Era primevera, aunque hacía un poco de frío que entraba por una de las ventanas. Tres niños, dos chicos y una chica, los tres morenos. Uno de ellos lo llevaba corto y un poco desordenado, y los otros por los hombros, un poco largo tal vez.
Yu Kanda y Yoruichi Shihouin, los dos niños que poseían el pelo moreno hasta los hombros eran los más serios y al parecer siempre estaban juntos, por tan parecidos caracteres, y sin embargo, Alma, el niño moreno de cabello corto y un poco desordenado, era el más feliz y amable y trataba de animar a los dos primeros así como a los demás que habían sufrido del experimento, y cada día intentaba alzar el ánimo de aquéllos dos en los comedores o donde fuese, sin mucho éxito.
La chica había despertado algo sudorosa, con la respiración agitada. Había tenido nuevamente esa pesadilla,.. esa visión... Se tapó los temblorosos labios con una manita, vestida con un pijama compuesto por una sencilla túnica y pantalones japoneses color azul marino, y miró a ambos lados, pues temía que despertara a Kanda y a Alma, que vestían un pijama casi igual que ella. Recordaba lo que los tres eran: el resultado de un experimento de "Segundos Exorcistas", humanos a quienes se le había sometido una Inocencia para sincronizarlos con ella. Habían sido cruel y dolorosamente sometidos a un experimento para obligarlos a ser capaz de sincronizarse con la Inocencia, creando así unos "Apóstoles" artificiales.
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Ché... - Había alguien que asimismo había despertado, Yoruichi viró la mirada consciente de que era su amigo Kanda el que le hablaba, y Alma aún dormía. Kanda parecía tener el mismo problema. Ella le miró a los ojos azabache tan similares a los de ella-
¿No puedes dormir?-
No..- respondió la chica, negando con la cabeza, y no se sorprendió de que el chico revelase una expresión frustada y un típico "
Tsk", que equivalía a la mirada azabache de ella y que en cierto modo que mostraba actualmente Kanda cuando estaba frustrado-
Parece que tú tampoco puedes ..y lo entiendo - añadió, con un susurro para no despertar a Alma, aunque era evidente no decir nada más. Kanda Yu asintió levemente, y la niña emitió una mirada y rostro comprensivos. Ambos nipones eran los que más se entendían, desde hacía bastante poco.
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Q-Q-Qué tipo más persistente el invierno, maldi-dita sea.. - tartamudeó susurradamente Kanda cruzándose de brazos encogiéndose por el frío, y Yoruichi aventuró al gesto de abrazarlo para darle un poquito de más calor, ya que ella asimismo sentía frío. Kanda se quedó traspuesto, sorprendido por tal gesto, aunque se sentía bien . -
¿Qu-Qué haces?-
Darte c-calor. ..P-Parece que todavía.. persiste el invierno..- le contestó ella susurrándole, pues ella asimismo sentía frío. Kanda asimismo aventuró en abrazarla, lo que hizo, aunque de manera un poco tímida.
En un preciso momento, Alma abrió uno de sus ojos, del mismo color que los de Kanda Yu y Yoruichi.
- Nee.. Es muy de mañana ¿Otra vez dando vueltas?
Rápidamente al escuchar la voz de Alma, que dormitaba a su lado, se separaron, por timidez.
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No importa. ¿Te despertamos?- inquirió Yu, aunque Yoruichi le llamaba Kanda, por respeto hacia él.
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No pasa nada ^^.- dijo con una amable y simática sonrisita-
¿Por qué no dais una vuelta por ahí? - ofreció Alma, suponiendo que ambos no tenían más sueño, lo que en efecto era cierto.
Yoruichi primero fue a ponerse los rojaes negros que le caracterizaban tras unos vestidores, y después le ayudó a ponerle una chaqueta de su talla a Kanda y éste le ayudó a ella a colocarse otra chaqueta, para que no tuviesen frío, aunque las palabras de agradecimiento o similares era bastante extraño en ellos, por las personalidades que poseían. Mas ella era la única capaz de calmarle cuando esa mujer se le aparecía de nuevo comentando algo sobre unos pétalos que se adherían a la vida del mismo Yu Kanda, y pese a que éste a veces le tratara cortadamente, ella ni pestañeaba.
Todos o casi todos los días era así, pese a la insistencia de los miembros de Cuervo a permanecer en aquel pequeño edificio en esa habitación por donde el frío invadía las camas de los niños, con casi la misma rutina. Alma era el más hablador y hablaba muchas veces solo, de muchas cosas, y a Yu Kanda y a Yoruichi, que a la par se sentaban juntos durante los descansos, veían raro esa conducta de su amigo Alma.
A veces, Kanda veía a la mujer de sus pesadillas o visiones, y Yoruichi asimismo era capaz de verla. Estaba claro que las memorias de ambos nipones estaban afectadas de alguna manera, que no recordaban casi su pasado. Cuando Kanda sentía esos dolores insoportables, que eran a menudo calmados por la propia niña, pese a permanecer con los labio y las manos temblorosas, esforzándose por no sucumbir a tal "locura". Alma siempre acudía a ellos y la niña, tímida, explicaba que Kanda no se encontraba muy bien, por no revelarle las visiones que tenía junto con ella, ni el tatuaje que desde siempre marcaba la vida del joven peliazabache. Estaba claro, que ella era muy capaz de guardar secretos a Yu Kanda bajo llave. Hasta sellaron una especie de promesa. Ella le contaba que era del clan Shihouin, una de as Cuatro grandes Casas Nobles de la época y que tarde o temprano debería marcharse.
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No te preocupes, Yoru- le decía serio el chico aquél día, de manera confiante, pues ambos estaban demasiado unidos pese a todo, pese a que la condición de noble le obligaría a abandonar tarde o temprano aquella especie de nido. Se quitó una fina cadena de plata y se la puso a Yoruichi, que estaba levemente ruborizada..-
Creo que así estarás más segura cuando estés lejos.-
Gra-Gracias, Kanda- agradeció ella no con cierto sonrojo, miránose la fina cadena plateada, tras lo que se quitó el pañuelo que le cubría la boca y se lo puso con cuidado a Kanda en un brazo. Éste lo agradeció parcamente, y la niña sonrió muy leve.-
Desearía que esto fuese una especie de promesa- aventuró a decir la chica, aunque no podía evitar aquel leve sonrojo de sus mejillas. Ya que no poseía el otro pañuelo para tener más libre el rostro, el cual se le iluminó, esbozando una sonrisa que jamás había mostado ante nadie, sólo hacia Kanda, aunque sabía perfectamente cómo eran ambos.
[..]
Finalmente, un día, un maldito día, tras estar a la escucha Alma que tanto a Kanda y Yoruichi tenían que mantenerles congelados o eliminados, se le ocurrió que esa misma noche escaparían, lamentando no poder despertar ni escapar con todos los demás. Era demasiado peligroso, además que el moreno consideraba a Yu y a Yoruichi com sus únicos verdaderos amigos.
Alma escapó esa fría noche con ellos, pese a que los Cuervo fueran avisados de que algún día ocurriría, de que esos tres iban a intentar escapar.
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¡Sálvense ambos!- les gritaba Alma mientras acudían hacia la salida de la Rama Asiática, pese a saber que el joven Alma estaba siendo roleado por uno de los sellos de un Cuervo.
Pese al dolor que sentían ambos por ver herido a Alma, pese a que Kanda asimismo estaba herido por una de los dardos de Cuervo, no tuvieron elección, antes de que los Cuervos les alcanzaen. Tendría que trazar algún polan y rápido; el pasillo se hacía cada vez más largo ante los pasos que daban, sineod iluiminados tan sólo por las antorchas con llamas anaranjadas y azules.
Yoruichi no aguantaba más, tendría que realizar el acto que estaba pensando, y rápido, por salvar al menos a Kanda, ya que, demasiado tarde era, pues habían alcanzado a Alma con su sello de 'Alas Desertoras'. Dando una volteleta hacia adelante, esquivando otro sello de los Cuervo, se frenó con las zapatillas chinas de sus ropajes. El Cuervo se detuvo, pues la mirada seria y desafiante de la chica, quería significar algo.
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"No se llevarán a Kanda, ¡antes me tendrían que llevar a mí!"- pensó para sí. La chica pensaba que tenía que ser letal a la vez que rápido, y las habilidades cuerpo a cuerpo, aunque, pensándolo bien, no usaría el cuerpo a cuerpo, ya que era desventaja contra un Cuervo. Poseía una mano apuntando al Cuervo; sin que éste se lo esperase, cogió rápidamente dos antorchas que pilló, y golpeó al objetivo con fuerza y causó una humareda. Yoruichi cogió cargando a Kanda a sus hombros y huyó corriendo al exterior con él.
Finalmente pudieron escapar, aún con ese indescriptible peso y dolor, además de angustia, sobre sus hombros. Terminaron de correr hasta la salida, donde los recogieron el jefe Bak Chang y el ciego Noise Marie.. quienes les curaron y "criaron".
.. Y así.. empezó todo. Aunque, tiempo después, Yoruichi, se tuvo que marchar ya que era heredera del clan Shihouin y tenía que prepararse muy a fondo, pese a que siempre estuvo pensando en Kanda, siempre guardaba la fina cadena plateada que poseía regalo de él, que, de hecho, Kanda nacía un 6 de Junio y Yoruichi, la futura líder de la Milicia y Comandante Suprema de las Fuerzas Especiales, nacía un 7 de Junio, un día después que Kanda, por lo que aquellos regalos, no eran meros presentes, sino el sello de una valiosa promesa.
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