Hatsune Miku

-Miku, feliz cumpleaños mi niña- era mi cumpleaños número 16 y cada mañana era despertada por las calidas y dulces palabras de mi madre. Abrí mis ojos dejando ver mi tono verde azulado, mi cabellos estaba algo alborotado y una manga de mi pijama la tenía a medio brazo –Madre…muchas gracias- le agradecí dandole un abrazo mientras la mitad de mi cuerpo aun seguía tapada por mi sabana. Mi madre me acaricio la mejilla y salió de mi habitación para que así pudiera vestirme con mas privacidad.

Terimine de vestirme y salí de mi habitación bajando lentamente las escaleras de la mansión en la cual vivía. –Felicidades!!- exclamaron todos al unísono al momento que había bajado completamente. Tíos, tías, primos, amigos..todos a los que conocía se encontraban reunidos en un mismo lugar y todos reunidos por un solo proposito, mi cumpleaños. Partí el pastel y todos aplaudieron –Ten Miku tu pedazo de pastel- yo tomé el plato de pastel en mis manos y con una cuchara lo probé –Ri..rico..- exclame y todos sonrieron hasta algunos rieron. Al acabar de comer me salí a pasear con mis amigos y amigas al parque.

Compramos helados, platicamos mientras caminabamos, recordabamos algunos momentos pasados y mis amigas me preguntaban –Sigues soñando con aquellos dos jóvenes que nos contaste miku- yo me sonrojaba y ellas reían. Llegamos a mi casa a las 6 de la tarde y mas gente estaba reunida –Este cumpleaños sera inolvidable..- susurre mientras abrazaba a todos y tomaba los regalos para ponerlos en su respectiva mesa. Tras platicar de mi pasado de cuando era niña había llegado la hora de abrir los regalos. Abría un regalo tras otro y todas las cosas eran realmente hermosas –Hija falta el nuestro- dijieron mis padres al mismo tiempo mientras me entregaban un regalo de papel plateado con sus adornos verdes. Al abrirlo me quedé realmente fascinada..era lo que siempre había querido desde que era una niña –Un..microfono…- tomé el microfono en mis manos y este al tomarlo con mis manos soltó una luz intensa de color verde, el microfono cambió su forma drásticamente mientras aun seguia brillando –Mi..miku..?- cuando estaba apunto de responer se escucho un fuerte estruendo a fueras de la casa. Todos guardamos silencio pero al pasar pocos minutos la puerta de la mansión salió volando –Aahh!!- exclamé mientras agachaba la cabeza debajo de la mesa –Corran!!- -Huyan!!- era lo unico que escuchaba en ese instante ademas de los disparos y los gritos de dolor de mi familia y amigos.

Cuando deje de escuhar eso alze mi cabeza y vi a dos globos con varias perforaciones en su cuerpo. Estos dos monstruos apuntaron hacia mi y como tenía el microfono en mis manos lo coloque cerca de mis labios y empecé a cantar una canción de cuna que mi madre me cantaba para que mis miedos se alejaran. Al momento que la empecé a cantar pude ver como los globos flotantes empezaban a reaccionar de manera extraña asi que no me detuve y continue la canción con mas sentimiento y fuerza. Cuando finalicé de cantar los globos empezaron a estallar uno seguido de otro cosa que me hizo soltar un respiro de alivio demasiado prolongado –Asi que con usted se dirigian los akumas- logre escuchar y ver a un señor con traje color crema y una maquinaria en su espalda –Quien es usted?- pregunte con todo cansado mientras el brillo de mi microfono empezaba a descender hasta volverse como era antes –Soy un rastreador y usted debe venir conmigo- mire a mi alrededor y todo esta destruido asi que no perdía nada al seguirlo.