En una noche calmada y silenciosa, el ex discipulo del General Zokaro, Leo, llego ante el inmenso barranco donde se encontraba situada la famosa Orden Oscura siguiendo ordenes de su sensei quien le advirtio que seria muy divertido apartir de ahora en adelante pues ya no era un observante. El ahora exoricista novato no compartia el mismo sentido comico, y no entendio muy bien a lo que se refirio en ese momento.
-Como se supone que subire.. -
se susurro a si mismo, mientras mantenia su cabeza fija al cielo sosteniendo su sombrero para que no se lo llevara el viento, despues de unos segundos de observar y notar que la personas no frecuentaban los alrededores por lo escalofriante que era, Leo no vio mas alternativa que recurrir a su querida mascota.
-Lion, es tu turno -
dijo el exorcista ancioso por llegar y ver el que seria su nuevo hogar y talvez familia. De debajo de su camisa, a la altura del hombro, sale el camaleon que sin hacer alguna otra accion salta al piso y se transforma en un circulo plano que media 3 metros de diametro, sin pensarlo dos veces Leo subio y el objeto repentinamente se elevo alcanzando una velocidad sorprendente.. al caso que llegaron a la cima en cuestion de 3 segundos, el exorcista estaba acostumbrado a la velocidad que su mascota podia alcanzar, sin embargo cuando llegaron a la altura deseada, Lion paro en seco causando que Leo saliera volando por la aceleracion que recientemente habia adquirido. Instantaneamente la cara del novato cambio a sorprendido puesto que alcanzo con el vuelo un par de pisos mas.. pensando que se iba a estrellar con algo grito rapidamente
-LIIIIOOOON!!-
A lo que el camaleon respondio alzando un gran brazo de color verdoso desde la superficie redonda que tomo al exorcista de los pies y lo puso en el suelo que desde el principio era su objetivo. Leo cayo de golpe en el piso bocarriba viendo las estrellas que empezaban a ocultarse tras los primeros rayos del sol, el camaleon cambia a su forma original y se desplaza hasta la cara de su amo con pasos rapidos quedandose alli como si estuviera esperando algo.
-Tampoco entiendo tu sentido de humor, Lion-
El exorcista se pone de pie caminando hacia la entrada con su mascota en el hombro viendo lo grande que era la puerta, esta tenia una especie de cabeza quien apenas noto su presencia encendio sus ojos con una destellante luz, Leo quedo sorprendido pensando que solo era un adorno o algo parecido.
-Exorcista-
se escucho claramente una sola vez, en instantes la puerta se abrio por si sola como si la cabecera fuera algun tipo de mecansimo automatico, el joven exorcista dio un par de pasos parandose en el portal de la entrada esperando a que alguien le diera la bienvenida o instrucciones.