Ya habían pasado varios meses desde que había dejado de viajar junto a mi maestro para ir en busca de la Orden Oscura, ninguna persona respondía cuando preguntaba donde podía encontrar la dirección que me había dado pues era muy extraña pero mientras estaba en un pequeño pueblo pude hablar con otro exorcista que había pasado por allí de casualidad, este me dijo la dirección exacta de donde podría encontrar la Orden aunque también me dijo que era un lugar bastante oscuro y tenebroso ocasionalmente, pase la noche en aquel pueblo y por la mañana tome mis posesiones para salir de nuevo en busca de la Orden. Tras varios días caminando conseguí llegar a lo que parecía ser el lugar, una gran montaña y en la parte superior según me dijo aquel exorcista se encontraba la Orden, tome mis posesiones y me prepare para subir la montaña, una vez escalada pare un segundo para descansar y pude notar como todo estaba oscuro, el exorcista no había mentido al decir que era un lugar oscuro y tenebroso, como no me gustaba la oscuridad active mi inocencia y rodee mi espada de electricidad para que iluminase un poco la zona a mi alrededor, así descubrí un camino que llegaba hasta un gran edificio, el cual, por sus características, debía ser la Orden Oscura.
Me acerque a la gran puerta del edificio y observe una extraña escultura que había junto a esta, acerque mi mano para tocarla al tiempo que esta abría los ojos y comenzaba a mirarme de forma extraña, me sorprendí ante aquella reacción de aquel rostro de piedra pero al ver que no atacaba no me preocupe demasiado, me acerque hasta la puerta otra vez y llame para ver si alguien la abría.