†† Llegada de Cloud Von Hochstetter ††

Había pasado un tiempo desde que Froi Tiedoll lo había reclutado para ser un Exorcista, lo que había conseguido. La noche obscura, predominada por una enorme Luna llena, era bastante tranquila en sí; el viento mecía las hojas de los árboles, solamente interrumpido por el sonar de unas botas o zapatos montañeros, secos y fríos, de un hombre que se acercaba mediante el frondoso bosque hacia la Orden Oscura, Rama Europea.

Es un muchacho muy guapo y joven, alto de 1'78, rubio, de pelo puntiagudo, alto y delgado, robusto y bien formado, sus ojos tienen un extraño brillo azul verdoso. Delgado pero musuculoso debido a los entrenamientos que recibió, puesto que, antes de ser un Exorcista, era un Soldado raso en Austria, y por lo que es más fuerte y veloz que un humano promedio.

Lleva un traje masculino característico compuesto por un pulóver negro sin mangas, con una larga capa-bufanda encima color granate como la sangre algo roída. Su espadón lo manteiene en las espaldas, tras las alas, y vendado, es decir, en su forma desactivada. Posee además una hombrera negra sujeta al pulóver con una figura en plata, pudiéndose tratar de un lobo o de un león, y posee también una tela negra o gris obscura en el brazo izquierdo.

Cloud se caracteriza por tener una personalidad fría, pasota y algo borde, pero lo contrarresta con un gran sentido de la justicia y la lealtad, pese a que no permite que nadie intuya qué tiene en la cabeza, por lo que su vida es un auténtico enigma. Ante todo, es un gran aliado, y no dejará a ningún compañero atrás. Hay quienes lo confunden con Kanda Yuu por su mal carácter.

CLOUD VON HOCHSTETTER-.......- Silenciosamente se detuvo, a sabiendas de que un grupo de golems como murcielaguillos lo persegía, quizás observándole desde algún punto de la Orden.

Uno de los científicos de la Orden rondaba el lugar y empezó a escuchar ruidos tras la puerta principal, saliendo por esta para observar quien andaba por aquel lugar.Al mirar aquel lugar lleno de soledad, silencio invadiendo el lugar, que solo los Golems volaban como si fueran figuras que asechaban el lugar.

El joven observo una figura que parecía ser un humano acercándose a esta, tocándola por la espalda para que este le mirar-Disculpe¿Quien es usted?¿Y que hace aquí?-Le pregunto al joven mientras se hacia un poco para atrás, dándole espacio.Miro el lugar y veía que estaba muy solo, sin ningún ruido, el silencio reinaba, aunque había hablado el silencio seguía reinando.

-Disculpe de nuevo¿Eres un nuevo Exorcista, o me equivoco?-Pregunto al pelirrubio el joven de cabello negro, y ojos azules que vestía una bata de científico como la de los demás.

Miró de reojo al cienífico pelinegro, en silencio.

CLOUD VON HOCHSTETTER-... Y no te equivocas.-comentó con frialdad el pelirrubio con la misma expresión seria y fría que habituaba en un tipo como él.- Soy un Exorcista...- añadió. Su espadón descansaba a las espaldas, tras la larga capa-bufanda rojiza como la sangre algo roída, mirando de manera gélida o asesina a aquel científico.- Cloud Von Hochstetter...

A saber, él era un ex mercenario, y había veces que se comportaba así. No deseaba que nadie se metiera en sus asuntos. Después de estar cerca de cinco años en la milicia austríaca, Cloud se había convertido en un mercenario cuya mirada asesina se identificaba con una terrible, cuando terminaba de derramar sangre de sus víctimas, mas ahora estaba listo para servir a Dios o a quien sea con tal de que le pague por ello, por causas bastante personales y que ahora no son claras. Sin embargo aquella aura guardaba algo de su solitaria y melancólica infancia, aunque no dejaba a nadie que inmuscuyese en su mente.

El silencio seguía reinando a pesar de que estaban hablando el joven científico estaba algo incomodo con la frialdad del pelirrubio, unos escalos fríos pasaron por su espalda por cada contestación que le hacia, el exorcista.Al oír el nombre del exorcista le sonaba algo familiar por como si lo hubiera leído o oído en algún lugar.

-Su nombre me resulta familiar...-Dijo con cara dudosa de que si eso era verdad, después se dio cuenta de los expedientes que tenia bajo el brazo y creyó que ahí estaba el nombre, los tomo y comenzó a leerlos, asta que dio con el que era-Ah, aquí esta ya sabia el porque se me hacia familiar-Dijo con una sonrisa en su rostro.Miro al guardián de la puerta-As le el examen por favor-Dijo para que este de golpe abriera sus gigantescos ojos-Examen de Rayos X!!!!-Grito mientras que de sus ojos salían una luz color amarillo.

El silencio se fue interrumpido por el grito del guardián y la luz amarilla recorrió el cuerpo del pelirrubio asta que después de unos segundos, termino-Limpio!!!Es un Exorcista!!!!-Dijo y las puertas comenzaron a abrirse-Puede ser tan amable de seguirme Exorcista-sama-Dijo entrando por la puerta, esperando que el otro joven le siguiera.

Cloud siguió al científico hacia el interior del edificio, tras hacer el examen reglamentario del Guardián, para lo que se mantuvo firme y sin inmutarse, en silencio.

Los pasos así como el poco viento ondeaban su traje, un poco su cabello y por supuesto su capa-bufanda rojiza sangre algo roída.

Los pasos de ambos resonaban en la Orden Negra por donde caminaban los pasos se hacían mas opacos por cada paso, el silencio había reinado nuevamente en aquel lugar el científico no sabia de que platicar haci que decidió de leer la información del exorcista-Nombre, Cloud Von Hochstetter, nacionalidad Austria, edad 17 Años, tipo de inocencia equipamiento de nombre Zangetsu-Y siguió haci todo el trayecto asta subir por unas escaleras, con cuidado para no cometer una torpeza que había echos anterior mente.

Al llegar a unas puertas todas en filas con números el científico comenzó a buscar una en particular, asta que la encontró sacando una llave del bolsillo de su bata blanca y se la entrego al joven-Bue, esta sera su habitación el uniforme esta en el armario.Y en nombre de la Seccione Científica le deseamos una muy buena Bienvenida Cloud-san-Dijo el joven pelinegro dando una sonrisa, y haci dio media vuelta para retirarse.

No dijo nada, tras tomar las llaves que le daría el científico antes de marcharse. Abrió la puerta de sus aposentos entrando en éstos, que parecían los normales como los de muchos que habitaban La Orden Oscura Rama Europea, sin muchos detalles, con los típicos muebles como una cama, una mesita de noche, do o tres asientos, una mesa rectangular circundando éstos, un armario con ropa necesaria, y demás que era típico en los aposentos.